miércoles, 14 de septiembre de 2011

NADA NUEVO BAJO EL SOL (IRONÍAS DE UNA ENTROMETIDA EN LA POLÍTICA VALLESTERA)

Francisca Castillo Martín

Muchas cosas han pasado desde el 22 de mayo. Tanto ha cambiado el panorama, que parece ser el mismo de siempre,  y que no hay nada nuevo bajo el sol. Lo primero que hice al asumir mi derrota en las elecciones municipales fue pedir una cita con el señor alcalde para ponerme a su disposición y ayudar a la recién elegida corporación en todo lo que fuese necesario. No pedí nada a cambio, ni sueldo, ni horario, ni despacho. Nada. Por el puro amor al arte de hacer política, que a mi entender significa contribuir a mejorar la situación de los ciudadanos, entre ellos yo misma. La respuesta fue un “gracias, pero nos bastamos muy bien solos”. Perfecto, pensé yo. No hay nada nuevo bajo el sol. Y, mientras iba colándose, despacioso y ladino, el verano por nuestros balcones, se me ocurrió hacer, en nombre de mi grupo, una petición: tener un horario, bien que parco, entendiendo que no nos toca gobernar, para atender a la ciudadanía. La respuesta fue un “no sabe, no contesta”.  Meridiano, y de Greenwich, pensé yo. No. No hay nada nuevo bajo el sol. Luego, en medio del tórrido julio, la Plataforma Pro carretera me invitó, en calidad de portavoz de mi grupo, a una reunión en la Casa de la Cultura, a las 8 de la tarde, en pleno domingo, cuando hasta las ranas del arroyo están haciendo la siesta. Los congregados, que eran los mismos de siempre, querían saber en qué estado se encontraba el proyecto de ejecución de las obras. Estuvimos esperando más de una hora al señor alcalde, que resulta que no sabía que era el invitado de honor. Un problema de comunicación. Y luego vino el señor teniente alcalde, conciliador. Los ánimos se caldeaban bajo un sol de justicia bajo el que no sucedía, obvio es decirlo, nada nuevo.
 Bajo el sol no ocurre nada nuevo. El calor veraniego de todos los años, la feria, las esperadas actuaciones de los artistas de turno, baile y fiesta, pan y circo. No hay futuro aquí para mí. En mi tierra, con mi gente, entre los míos. En el lugar donde descansan mis muertos. Donde persiste, indeleble, la memoria de mi padre en el corazón de quienes le quisieron. Me he comprometido cuatro años a estar aquí, pero mañana quién sabe dónde estaré, adónde me llevarán mis sueños personales, mis íntimas ambiciones. Pero nunca dejaré de pensar en mi pueblo, de preocuparme por mi pueblo, de amar a mi pueblo.  Y, mientras me quede una gota de savia vallestera en las venas, aquí están mi voz y mi palabra, que son mi arma y mi escudo protector. No me quiero ir. Todavía no. Porque me queda muy poco tiempo de estar en el Valle, y porque me he acostumbrado a vivir entre los míos, a dar los buenos días a las personas mayores por las mañanas, a remontar la cuesta de la finca Santamaría con mi bici de montaña, a beber del agua del manantial artificial por la que tanto luchamos hace unos años. Sí, me queda poco. Ya mis huesos van notando, con los años, el dolor de la separación. Tengo la maleta en la puerta. Como siempre, desde que el mundo es mundo, los soñadores hemos de buscar un lugar bajo el sol en el que encajemos, donde sí se nos quiera porque somos comprendidos, donde no somos peces fuera de su pecera. Sí, soy soñadora, una alquimista del verbo, pero también una vallestera. Y me he puesto como meta, en cuatro años, cometer la locura de intentar cambiar la realidad, porque todavía soy una de las pocas afortunadas a las que la realidad no ha conseguido cambiar. Y lucharé. Con uñas y dientes. Contra los elementos, contra la lluvia, contra el vendaval. Y contra el sol. Cuatro años. Y, después, a volar, sintiendo que lo que dejo atrás es una tierra de la que puedo sentirme orgullosa. Que mi mensaje ha calado. Sólo así podré ser feliz del todo, dondequiera sea, quizás muy lejos. Bajo un sol de hielo, de fuego o de cenizas. Sintiendo, desde la distancia, que sus rayos han hecho brotar algo nuevo…

4 comentarios:

  1. Pues me parece que más de uno tiene ya la maleta medio hecha.

    Cuatro años ? Algunos no van a esperar ni la mitad de ese tiempo.

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  2. No desesperes, que todavía podemos hacer algo por nuestro pueblo. Aunque sea desde la distancia.

    Cheer up!!!!!!!!!!!!!!!!

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  3. ¡Tú dí que sí!¡Mucho ánimo en tu tarea!Yo sé que eres una valiente porque los sueños y la ilusión por el pueblo te empujan pero has de tener en cuenta que seguramente van a venir unos cuantos de reveses que debes estar preparada para afrontar. El "politiqueo" es así.

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  4. Así es y así será, por desgracia, en esta piel de toro maldecida por el separatismo que han fomentado los partidos políticos (no en vano se llaman partidos). Pero esa ilusión de la que hablamos es importante, y yo la voy a llevar conmigo y voy a intentar seguir haciendo cosas aunque me vaya del pueblo, que será, sin duda, lo más seguro a medio plazo.
    Un beso, y gracas por tu energético comentario.

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